Efesios 6 10 18 nkjv
La frase “toda la armadura de Dios” proviene de Efesios 6:13-17: “Vestíos, pues, de toda la armadura de Dios, para que en el día malo podáis resistir y, después de haber hecho todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, con el cinturón de la verdad abrochado a la cintura, con la coraza de justicia puesta, y con los pies calzados con la prontitud que da el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomad el escudo de la fe, con el que podréis apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomad el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”.
Efesios 6:12 indica claramente que el conflicto con Satanás es espiritual, y por lo tanto no se pueden emplear eficazmente armas tangibles contra él y sus secuaces. No se nos da una lista de tácticas específicas que Satanás utilizará. Sin embargo, el pasaje es bastante claro en cuanto a que si seguimos fielmente todas las instrucciones, podremos resistir y obtendremos la victoria independientemente de la estrategia de Satanás.
Efesios 6
Por último, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis hacer frente a las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes cósmicos que dominan las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, y vestidos con la coraza de la justicia, …
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Por último, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis resistir las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes cósmicos que dominan las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, y vestidos con la coraza de la justicia, …
Efesios 6:10-18
En las Escrituras aprendemos que estamos librando una batalla contra el mal y que debemos protegernos si queremos salir victoriosos (véanse Efesios 6:11-17; D. y C. 27:15-18). Hablan de la “armadura de Dios”, que nos ayudará a “resistir contra las asechanzas del diablo” (Efesios 6:11). He aquí algunas de las formas en que esta armadura nos protege, así como algunas maneras en que podemos asegurarla.
“Examina tu armadura. ¿Hay algún lugar desprotegido? Determina ahora añadir la parte que falte. … Mediante el gran principio del arrepentimiento puedes dar un giro a tu vida y empezar ahora a vestirte con la armadura de Dios mediante el estudio, la oración y la determinación de servir a Dios y guardar sus mandamientos”.
Debemos llevar la “coraza de justicia” (Efesios 6:14; D. y C. 27:16). Una coraza protege órganos vitales como el corazón y los pulmones. Nuestra rectitud, tanto de pensamiento como de obra, protege el núcleo de nuestra vida espiritual.
Debemos empuñar la “espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efesios 6:17; véase D. y C. 27:18). Una espada es un arma que se utiliza para golpear al enemigo. La palabra de Dios es “más cortante que toda espada de dos filos” (Hebreos 4:12), y el poder del Espíritu puede “llevar [la verdad] al corazón de los hijos de los hombres” (2 Nefi 33:1), ayudar a las personas a “conocer la verdad de todas las cosas” (Moroni 10:5) e incluso “azotar a las naciones” mediante la predicación del Evangelio (D. y C. 35:13). Con nuestro testimonio y el poder y la paz del Espíritu de Dios, podemos golpear y vencer al enemigo de toda rectitud.
Gálatas 5:22
El Cinturón De La VerdadLa Integridad Del Creyente – Un soldado en los días de Pablo tenía una faja o cinturón de cuero que apretaba alrededor de su cintura para proteger sus lomos y llevar sus armas de guerra, tales como una daga o espada. El cinturón también sujetaba su túnica para que no se enganchara. En la armadura cristiana, es la integridad lo que mantiene unido todo lo demás. Si no tienes integridad en las cosas grandes y pequeñas de tu vida, vas a perder la batalla. ¿Diría la gente que usted es una mujer o un hombre de integridad? Si no, entonces no puedes ganar la batalla.La Coraza De JusticiaLa Pureza Del Creyente – La coraza de un soldado a veces estaba hecha de cadena tejida y se usaba para cubrir los órganos vitales del soldado. Para el cristiano, la coraza es la justicia.