Yo soy la vid versiculo

Relación entre la vid y los sarmientos

Por ejemplo, uno podría responder desde una perspectiva de ubicación, por ejemplo: “Estoy en mi salón”, o “Estoy en Kingston”. O uno podría centrarse en una franja de edad y definirse desde la perspectiva de la edad. Por ejemplo Estoy en la adolescencia”. O podría tener que ver con la salud, por ejemplo: “Estoy en buena forma”. También se puede responder desde el punto de vista de la salud mental: “Me encuentro bien en este momento”.

Esta es la forma más común de describir a un cristiano en el Nuevo Testamento, y es lo más significativo de un cristiano. La vida de un cristiano está escondida con Cristo en Dios. No importa la edad que tengamos, o donde estemos fisicamente, o emocionalmente, o espiritualmente.

En el capítulo 14 leemos en el versículo 10 que el Hijo está en el Padre y el Padre está en el Hijo. El versículo 17 nos dice que el Padre envía al Espíritu que estará en nosotros. El versículo 20 dice que el Hijo está en el Padre, y nosotros estamos en el Hijo y el Hijo está en nosotros. Y en el verso 23 nos dice que el Padre y el Hijo harán su hogar en aquellos que aman a Cristo.

¿Qué quiso decir Jesús con Yo soy la vid?

Jesús es la vid, la verdadera fuente de vida para nosotros los creyentes. Somos pámpanos conectados a Él, que extraen esa vida de Él como los pámpanos extraen los nutrientes necesarios para sobrevivir y florecer. A primera vista, podemos suponer que las ramas dan fruto, pero en otro sentido, es realmente la vid la que hace que todo suceda.

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¿Qué versículo de la Biblia dice que yo soy la vid?

“Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en Mí, y Yo en él, da mucho fruto; porque sin Mí nada podéis hacer. Si alguno no permanece en Mí, es echado fuera como pámpano y se seca; y los recogen, los echan al fuego y arden.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos significado

Escucha ahora a Jesús cuando comienza una de Sus declaraciones más sorprendentes: “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos…”. (Juan 15:5). Se trata de una afirmación tan sencilla, pero podemos pasarnos toda la vida sondeando sus profundidades. Jesús menciona por primera vez que Él es la vid unos versículos antes: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador” (Juan 15:1). Hay varias referencias en el Antiguo Testamento que hablan de Israel como una vid, plantada y cuidada por Dios. Sin embargo, en lugar de dar buenos frutos, se degeneró. Era una vid falsa.

Bill Delvaux es licenciado por la Universidad de Duke y por la Trinity Evangelical Divinity School. Ha sido fundador de iglesias, profesor de Biblia en un instituto y entrenador de atletismo. Hace siete años, fundó Landmark Journey Ministries para ayudar a los hombres a encontrar su guía, apropiarse de su identidad y descubrir su búsqueda a través de Cristo. Su último libro es Heroic: The Surprising Path to True Manhood. Su mayor reclamo a la fama es estar casado con Heidi durante 34 años y tener dos hijas increíbles. Él y su esposa residen actualmente en Franklin, TN. Puede ponerse en contacto con Bill en landmarkjourney@gmail.com.

Lecciones de la vid y los sarmientos

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda, para que dé más fruto. Ya estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros, los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése es el que da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. …

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A la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos junto con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:

“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

Yo soy la vid, vosotros sois los sarmientos kjv

* [15,1-17] Como Jn 10,1-5, este pasaje se asemeja a una parábola. Se habla de Israel como de una viña en Is 5,1-7; Mt 21,33-46 y como de una vid en Sal 80,9-17; Jer 2,21; Ez 15,2; 17,5-10; 19,10; Os 10,1. La identificación de la vid con el Hijo del Hombre en Sal 80,15 y la descripción que la Sabiduría hace de sí misma como una vid en Eclo 24,17 son otros antecedentes de la representación de Jesús mediante esta figura. Puede haber aquí un simbolismo eucarístico secundario; cf. Mc 14,25, “el fruto de la vid”.

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* [15,15] Esclavos, amigos: en el Antiguo Testamento, Moisés (Dt 34,5), Josué (Jos 24,29) y David (Sal 89,21) fueron llamados “siervos” o “esclavos de Yahvé”; sólo Abraham (Is 41,8; 2 Cr 20,7; cf. Sant 2,23) fue llamado “amigo de Dios.”

* [15,21] A causa de mi nombre: la idea de persecución por el nombre de Jesús es frecuente en el Nuevo Testamento (Mt 10,22; 24,9; Hch 9,14). Para Juan, la asociación con el nombre de Jesús implica la unión con Jesús.

* [15:22, 24] Las palabras (habladas) y los hechos (obras) de Jesús son los grandes motivos de credibilidad. Han visto y han odiado: probablemente significa que han visto sus obras y aun así han odiado; pero el griego puede leerse: “me han visto a mí y a mi Padre y aun así me han odiado a mí y a mi Padre”. Obras, que nadie hizo jamás: así Yahvé en Dt 4,32-33.

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