Lucas 12
Lucas 11 es el undécimo capítulo del Evangelio de Lucas en el Nuevo Testamento de la Biblia cristiana. El libro que contiene este capítulo es anónimo, pero la tradición cristiana primitiva afirma uniformemente que el evangelista Lucas compuso este Evangelio, así como los Hechos de los Apóstoles[2].
El capítulo comienza con Jesús orando en “un lugar determinado” y uno de sus discípulos le pide que les enseñe a orar, como Juan el Bautista había enseñado a sus discípulos[3]. En respuesta, Jesús les enseñó el modelo de oración[4] conocido generalmente como el Padre Nuestro. Los escritores que analizan el relato de Mateo (Mateo 6:9-13) junto con el de Lucas han argumentado que el discípulo debió ser un recluta posterior en el entorno de Jesús y, por tanto, no estuvo presente en el Sermón de la Montaña[5].
Y les dijo: “¿Quién de vosotros tiene un amigo, y va a él a medianoche y le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ponerle delante’; y él responderá desde dentro y dirá: ‘No me molestes; la puerta está ya cerrada, y mis hijos están conmigo en la cama; no puedo levantarme y darte’?”[6].
¿Qué significa el capítulo 11 de Lucas?
Para Lucas, el Padre Nuestro tiene un enfoque fuertemente escatológico: reza por la venida del Reino de Dios y mantiene que, hasta esa venida, los discípulos de Jesús “deben vivir bajo su sombra y de su fuerza”.
¿Qué es el versículo 11 22 de la Biblia?
Romanos 11:22 En contexto
21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco os perdonará a vosotros. 22 Considerad, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad con los que cayeron, pero la bondad con vosotros, con tal de que continuéis en su bondad. De lo contrario, también vosotros seréis cortados.
Lucas 11 significado
En aquel día no me pediréis nada. En verdad, en verdad os digo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea plena.
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos algo según su voluntad, él nos escucha. Y si sabemos que nos escucha en todo lo que pedimos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos pedido.
“Pedid, y se os dará; buscad, y encontraréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y al que llama se le abre. ¿O quién de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? Si vosotros, que sois malos, sabéis dar buenos regalos a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a los que le pidan!
Tres veces supliqué al Señor sobre esto, para que me dejara. Pero él me dijo: “Te basta mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por tanto, me gloriaré aún más de mis debilidades, para que el poder de Cristo repose sobre mí.
Lucas 11 nkjv
31En el juicio, la reina del sur se levantará con los hombres de esta generación y los condenará, porque ha venido desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más grande que Salomón.o
42 ¡Ay de vosotros, fariseos! Pagáis el diezmo de la menta y de la ruda y de toda hierba del jardín, pero no prestáis atención al juicio ni al amor a Dios. Esto es lo que deberíais haber hecho, sin dejar de lado lo demás.w
* [11,1-13] Lucas presenta tres episodios relacionados con la oración. El primero (Lc 11,1-4) narra cómo Jesús enseña a sus discípulos la oración comunitaria cristiana, el “Padre nuestro”; el segundo (Lc 11,5-8), la importancia de la persistencia en la oración; el tercero (Lc 11,9-13), la eficacia de la oración.
* [11,1-4] La forma mateana del “Padre Nuestro” aparece en el “Sermón de la Montaña” (Mt 6,9-15); la versión lucana, más breve, se presenta mientras Jesús está en oración (véase la nota sobre Lc 3,21) y sus discípulos le piden que les enseñe a orar como Juan enseñó a orar a sus discípulos. En respuesta a su pregunta, Jesús les presenta un ejemplo de oración comunitaria cristiana que subraya la paternidad de Dios y le reconoce como aquel a quien el discípulo cristiano debe el sustento diario (Lc 11,3), el perdón (Lc 11,4) y la liberación de la prueba final (Lc 11,4). Véanse también las notas sobre Mt 6,9-13.
Lucas 11:1-13
Lucas 11 es el undécimo capítulo del Evangelio de Lucas en el Nuevo Testamento de la Biblia cristiana. El libro que contiene este capítulo es anónimo, pero la tradición cristiana primitiva afirma uniformemente que el evangelista Lucas compuso este Evangelio, así como los Hechos de los Apóstoles[2].
El capítulo comienza con Jesús orando en “un lugar determinado” y uno de sus discípulos le pide que les enseñe a orar, como Juan el Bautista había enseñado a sus discípulos[3]. En respuesta, Jesús les enseñó el modelo de oración[4] conocido generalmente como el Padre Nuestro. Los escritores que analizan el relato de Mateo (Mateo 6:9-13) junto con el de Lucas han argumentado que el discípulo debió ser un recluta posterior en el entorno de Jesús y, por tanto, no estuvo presente en el Sermón de la Montaña[5].
Y les dijo: “¿Quién de vosotros tiene un amigo, y va a él a medianoche y le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ponerle delante’; y él responderá desde dentro y dirá: ‘No me molestes; la puerta está ya cerrada, y mis hijos están conmigo en la cama; no puedo levantarme y darte’?”[6].