Significado del estanque de Siloé
2. El historiador Josefo, que vivió en la época de Cristo, cuenta que hasta un millón de judíos peregrinaban a Jerusalén en estas fiestas sagradas. Estos judíos tenían que purificarse antes de entrar en el Monte del Templo.
Juan 9,1-7: Al pasar, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2 Sus discípulos le preguntaron: “Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?”. 3 Respondió Jesús: “No es que pecara éste, ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios. 4 Hay que hacer las obras del que me envió mientras es de día; se acerca la noche, cuando nadie puede trabajar. 5 Mientras yo esté en el mundo, luz soy del mundo”. 6 Dicho esto, escupió en el suelo e hizo barro con la saliva. Luego untó los ojos del hombre con el lodo 7 y le dijo: “Anda, lávate en el estanque de Siloé” (que significa Enviado). Y fue, se lavó y volvió viendo.
Juan 9:28-34: Y le injuriaban, diciendo: “Tú eres su discípulo, pero nosotros somos discípulos de Moisés. 29 Sabemos que Dios ha hablado a Moisés, pero en cuanto a éste, no sabemos de dónde viene.” 30 El hombre respondió: “¡Esto es increíble! No sabéis de dónde viene, y sin embargo me ha abierto los ojos. 31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero si alguien adora a Dios y hace su voluntad, Dios lo escucha. 32 Nunca, desde el principio del mundo, se ha oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento. 33 Si éste no fuera de Dios, nada podría hacer”. 34 Le respondieron: “Naciste en completo pecado, ¿y quieres enseñarnos?”. Y le echaron fuera.
Piscina de siloé encontrada
Aquí nuestro Señor hizo un notable milagro al dar la vista a los ciegos (Juan 9:7-11). Se ha identificado con el Birket Silwan, en el valle inferior del Tiropoeon, al sureste de la colina de Sión.
El agua que fluye a este estanque intermitentemente por un canal subterráneo brota de la “Fuente de la Virgen”. La longitud de este canal, que tiene varias vueltas, es de 1.750 pies, aunque la distancia directa es de sólo 1.100 pies. El estanque tiene 53 pies de longitud de norte a sur, 18 pies de anchura y 19 de profundidad. El agua pasa de ella por un canal excavado en la roca a los jardines de abajo. (Véase EN-ROGEL.)
Hace muchos años (1880) un joven, mientras vadeaba el conducto por el que el agua entra en el estanque, descubrió accidentalmente una inscripción tallada en la roca, en el lado este, a unos 19 pies del estanque. Se trata de la inscripción hebrea más antigua que existe. Los eruditos la descifraron con sumo cuidado y descubrieron que era un relato de la forma en que se construyó el túnel.
¿Es el estanque de Siloé el mismo que el estanque de Betesda?
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¿Para qué servía el estanque de Siloé?
La Piscina de Siloé de Jerusalén se encuentra al sureste del Monte del Templo, a unos 15 minutos a pie de la Piscina de Betesda, en el lado noreste. El estanque de Siloé aún se utilizaba en tiempos de Jesús, pero quedó cubierto tras la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. De hecho, se “perdió” en el siglo XVI. De hecho, estuvo “perdida” para la historia hasta su reciente descubrimiento en 2004.
Antes de este reciente redescubrimiento, se solía hacer referencia a otro estanque como el estanque de Siloé: el estanque superior de Ezequías. Parece que tanto la piscina superior de Ezequías como la inferior de Siloé se construyeron originalmente en tiempos de Ezequías, en el siglo VIII a.C., pero la piscina inferior, más grande, se utilizaba en tiempos de Jesús, en el siglo I d.C. Hace sólo unos años, se redescubrió esta piscina inferior, de 225 pies de largo, a unos 50 metros al sureste de la piscina superior. La confusión se debió a que el estanque inferior quedó cubierto tras la destrucción de Jerusalén.
El estanque de Siloé, en Jerusalén, se utilizaba para la limpieza y purificación rituales. Como el estanque estaba cerca del Templo judío, su agua también se utilizaba para una ceremonia especial durante la Fiesta de los Tabernáculos. Cada mañana, durante esa alegre fiesta, un sacerdote llevaba una vasija de oro al estanque, la llenaba de agua y la llevaba de vuelta al altar entre los gritos del pueblo.