Ayuno verdadero y falso
En los últimos dos años, la popularidad del ayuno ha aumentado drásticamente a medida que términos como ayuno intermitente y alimentación restringida en el tiempo se han ido abriendo paso en los medios de comunicación. Pero antes de sumergirse de lleno en el ayuno, es importante saber exactamente qué es el ayuno, sus requisitos previos y los tres tipos diferentes de ayuno.
El ayuno es el acto de no ingerir alimentos durante un período prolongado. Si nos remontamos a nuestros orígenes, el ayuno formaba parte de la vida cotidiana. En esa época, era difícil conseguir los alimentos necesarios, por lo que era habitual pasar mucho tiempo sin comer. En el siglo XXI, conseguir alimentos ya no es un problema; de hecho, podemos recibirlos en casa con sólo pulsar un botón.
Con esta nueva era en el suministro de alimentos, nuestras despensas y frigoríficos son más abundantes que nunca. Sin embargo, al mismo tiempo, el ayuno ha ganado popularidad y se promociona como un truco “rápido” para alcanzar los objetivos de forma física. Sin embargo, el ayuno no es para todo el mundo y antes de empezar a restringir la comida hay que tener en cuenta algunos requisitos previos.
¿Qué es el verdadero ayuno según Isaías 58?
“Observamos que en las Escrituras, el ayuno casi siempre va unido a la oración. Sin oración, el ayuno no es un ayuno completo; es simplemente pasar hambre. Si queremos que nuestro ayuno sea algo más que estar sin comer, debemos elevar nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras voces en comunión con nuestro Padre Celestial.
¿Qué tipo de ayuno es aceptable para Dios?
Un ayuno de 1 día (de sol a sol). Jueces 20:26, para buscar la dirección del Señor. 2. 2. Un ayuno de 3 días sin comida ni bebida.
¿Cuáles son los 3 tipos de ayuno?
Existen tres tipos principales de ayuno: restricción calórica, restricción de nutrientes y alimentación estacional.
La biblia del ayuno
El ayuno es una poderosa disciplina espiritual. Mediante el ayuno y la oración, el Espíritu Santo puede transformar su vida. Y la práctica del ayuno tiene fuertes raíces en la Biblia. Jesús mismo pasó tiempo ayunando y orando durante su vida en la tierra, y esperaba que sus seguidores ayunaran también. Por lo general, el ayuno consiste en abstenerse de comer o de un determinado tipo de comida durante un periodo de tiempo. Sin embargo, hay muchas formas de ayunar, todas ellas con el potencial de ayudarle a crecer espiritualmente.
Es importante asegurarse de que está escuchando tanto al Espíritu Santo como a su propio cuerpo en la forma en que ayuna. En lugar de abstenerte totalmente de comer, puedes ayunar de un tipo concreto de comida o incluso de algo que no sea comida, como las redes sociales. Puede decidir ayunar hasta cierta hora del día o saltarse alguna comida. Hay muchas formas de asegurarse de que recibe el alimento físico que necesita sin dejar de disfrutar del alimento espiritual que ofrecen el ayuno y la oración.
El ayuno y la oración no se limitan a la transformación personal. Cuando el pueblo de Dios practica el ayuno y la oración, Dios escucha desde el cielo y puede sanar nuestras vidas, nuestras iglesias, nuestras comunidades, nuestras naciones y nuestro mundo. El ayuno y la oración pueden incluso provocar un renacimiento, un cambio de rumbo.
El verdadero ayuno en la Biblia
Ayer vimos que “Dios recompensa el ayuno porque el ayuno expresa el clamor del corazón de que nada en la tierra puede satisfacer nuestras almas aparte de Dios” (John Piper, A Hunger for God, p. 181). Esta práctica nunca obliga al Señor a responder a nuestra oración exactamente como la hemos pedido. Sin embargo, al igual que cuando admitimos por primera vez nuestra incapacidad para salvarnos a nosotros mismos e invocamos a Cristo para que nos redima, a Dios le agrada que nos pongamos en un estado de mayor desamparo renunciando a la comida, porque muestra cómo somos conscientes de nuestra necesidad de su gracia en cada etapa de nuestra vida.
El ayuno entre los pueblos paganos que rodeaban a los antiguos israelitas era muy diferente. Los seguidores de estas religiones pensaban que podían obligar a sus dioses a comportarse de maneras específicas si ayunaban. Como era de esperar, muchos israelitas adoptaron esta creencia en relación con su Señor del pacto, al igual que habían adoptado otras creencias cananeas, añadiendo a Baal y otras deidades extranjeras como objetos de culto (Jer. 9:12-16; Os. 2:13). En Isaías 58:1-12 vemos un ejemplo de cómo muchos antiguos israelitas creían que su ayuno podía hacer que Dios cumpliera sus deseos. En el versículo 3, el profeta pone por escrito las quejas que ha oído del pueblo. Según dice, el pueblo estaba perplejo por qué sus ayunos habían pasado desapercibidos para el Señor; es decir, querían saber por qué no había intervenido en su favor.
El verdadero ayuno que agrada a Dios
Resumen: Aunque la gente quería las bendiciones de Dios, no estaban interesados en permitir que Dios cambiara su corazón, su actitud y sus acciones. Querían que su religión les ganara el favor especial de Dios para ganar la lucha del perro come perro.
Aunque la gente quería las bendiciones de Dios, no estaban interesados en permitir que Dios cambiara su corazón, su actitud y sus acciones. Querian que su religion les ganara el favor especial de Dios para ganar la lucha del perro come perro.